Safina Namukwaya, una mujer africana de 70 años, dio a luz a gemelos en un
hospital de Uganda tras someterse a un tratamiento de fecundación in vitro
(técnica de reproducción asistida), según afirmó el centro médico donde se
realizó el parto y según confirmó a la prensa la propia mujer.
‘Me siento muy bien’, expresó al medio estadounidense Today luego del parto, que fue por cesárea en el hospital ubicado en la capital ugandesa, Kampala. ‘Algunos pueden criticar que 70 años es demasiada edad, pero Dios decidió que tenga gemelos’, añadió Namukwaya.
El hospital especializado en fertilidad asistida, por su parte, puntualizó
que “esta historia no es sólo un éxito médico, sino que demuestra la
fortaleza y resiliencia del espíritu humano”. Las autoridades del centro de
salud subrayaron que el nacimiento de los gemelos de una madre de tan
avanzada edad se trata de un hecho inédito en África.
Sin embargo, la historia también tiene sus dificultades. Namukwaya reconoció
que sufrió algunas complicaciones durante el embarazo y admitió que no sabe
cómo podrá criar a sus hijos, entre otros motivos porque el padre los
abandonó.
El problema fue que, según la mujer, terminaron siendo dos bebés en vez de
uno solo. “A los hombres no les gusta oír que vas a tener más de un hijo.
Incluso después de que me ingresaran al hospital, mi hombre nunca apareció”,
dijo Namukwaya.
La fertilización in vitro, un método de reproducción asistida para parejas
con dificultades de concebir, se ha consolidado como una esperanza para
quienes enfrentan desafíos de fertilidad.
El tratamiento consta de diversas etapas, iniciando con una estimulación
hormonal para favorecer la producción de múltiples óvulos. Posteriormente,
estos son extraídos y expuestos a espermatozoides bajo condiciones
controladas en laboratorio, donde pueden ocurrir la fertilización y el
desarrollo embrionario inicial.
La mujer contó haber tenido una vida compleja. Su marido murió en los años
noventa y, antes de tener a sus hijos, recurrió a abortos.
Cuando era joven fue acusada de estar “maldita” y, por lo tanto, nunca iba a
tener la capacidad de tener hijos.
Son muy pocos los países que realizan este tipo de prácticas a mujeres de tan avanzada edad.
Ya sea porque la legislación la prohíbe o porque las propias organizaciones
de médicos y hospitales se niegan a practicarlo, más allá de la legislación.
Los especialistas resaltan que este tipo de embarazos puede resultar en que
los bebés nazcan más chicos de lo normal, con menor peso o también nazcan
prematuros.
Para la madre hay un riesgo de hipertensión y diabetes gestacional, sangrado
del útero y mayor propensión a infecciones; posibilidad de embarazo
ectópico, es decir, el embrión implantado fuera de la cavidad uterina y
también la elevada posibilidad de sufrir abortos espontáneos que pueden
derivar en serias complicaciones dependiendo cuando se produzcan.
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