Es un mal de muchos: el 80 por ciento de los adolescentes y jóvenes de entre
12 y 25 años atraviesan una etapa de fastidiosos granitos en la cara, el
pecho, la espalda y los hombros. En general se supera con el tiempo, cuando
los cambios hormonales se relajan, pero es clave tratarlo para prevenir
marcas e infecciones. Consejos de expertos sobre cómo curar el acné y
mantener tu piel saludable en cada etapa de la vida.
Qué es el acné
El acné es un problema de la piel que se produce cuando la grasa y las
células muertas de la piel obstruyen los poros. Técnicamente, es una
enfermedad inflamatoria de la piel, cuyo síntoma más molesto son los granos
y puntos negros.
La cara, el pecho y/o espalda son las zonas más afectadas y es un
padecimiento que tiene consecuencias sobre el bienestar psicológico y la
calidad de vida de los jóvenes, en la forma en que perciben su cuerpo y en
sus relaciones con otras personas. Por eso es importante tomar cartas en el
asunto. Te contamos qué hacer para recuperar la belleza de tu piel.
Cómo curar el acné
Tenemos la costumbre de pensar y tratar el acné como algo “normal”, que se
pasa solo. Pero es un problema que puede y debe ser tratado y que merece una
consulta dermatológica. ¿Las razones? Además de las lesiones y cicatrices
que puede generar, afecta mucho la calidad de vida y la autoestima.
El acné puede aparecer en distintas épocas de la vida, pero es más frecuente
en la adolescencia y puede persistir hasta la adultez. Existen también
formas de acné neonatal e infantil que son más raras y que pueden estar
asociadas a problemas endocrinológicos.
Causas del acné
El acné se produce por varios factores. El principal es el aumento en la
secreción de sebo, algo vinculado a factores hormonales típicos de la
adolescencia. Las otras causas del acné tienen que ver con el taponamiento
de los poros y la consecuente inflamación y colonización por bacterias.
La secuencia de lesiones que se pueden observar son el punto blanco (comedón
cerrado), el punto negro (comedón abierto), y las lesiones inflamatorias
(los granitos), pápulas y pústulas (cuando contienen pus). Cuando el acné no
se trata puede ocasionar lesiones más importantes como quistes y nódulos y
dejar cicatrices.
Tratamiento para el acné
Hoy existen muchos tratamientos para el acné, que van desde lo simple, el
lavado diario de la cara hasta tratamientos por boca con medicación, algo
que define el dermatólogo de acuerdo a la gravedad del acné.
Cómo eliminar el acné
Actualmente hay muchas marcas de cremas para el acné. Lo ideal es que sean
recomendadas por un dermatólogo y que sean específicas para cada caso
individual y para cada edad. A su vez, no es lo mismo una crema para el
rostro que para el acné en la espalda. Un mal tratamiento puede complicar tu
salud o dejar marcas para siempre.
Es claro que a nadie le gusta tener granos en la piel, pero es importante
entender que el cuidado de la piel es un proceso y que no hay tratamientos
mágicos.
Para el acné en la cara, es importante usar buenos productos y no hacerse
tratamientos con ácidos sin asesoramiento médico. Algunas “soluciones” que
ofrece el mercado pueden generar quemaduras o lesiones. Siempre que leas
“crema para granos”, asesórate antes de comprar: con la piel del rostro no
se juega.
Remedios caseros para los granos
Más allá de los productos y tratamientos, los buenos hábitos cotidianos son
grandes aliados para sacar los granitos de la piel. Conoce algunos consejos
sobre cómo combatir el acné con remedios caseros.
Naranja: la naranja es una fruta con propiedades astringentes ideales
para la piel grasosa, que ayudan a eliminar las impurezas. Para hacer un
tónico casero se machaca la cáscara de una naranja y se mezcla con agua.
Lava la cara antes de dormir y aplica el tónico sobre las áreas afectadas.
Jugo de limón: el jugo de limón es otro de los remedios caseros para
el acné que más se usa como tratamiento tópico. Cuando se aplica sobre la
piel ayuda a eliminar el exceso de grasa y las células muertas de la piel.
Funciona como agente astringente y antibacteriano. Remoja un algodón en el
jugo y aplica sobre la zona afectada. Deja toda la noche y lava a la mañana
siguiente.
Ajo: es un remedio milenario que contiene azufre, una de las
sustancias más potentes para matar las bacterias que causan el acné.
Frotando un par de veces por día un diente de ajo crudo y rebanado sobre las
áreas afectadas notarás cómo la erupción cutánea se irá desinflamando.
Pepino: el pepino es una forma natural de refrescar la piel y un
ingrediente muy utilizado para preparar mascarillas faciales por su alto
contenido de vitamina C y ácido ascórbico. Pela y partí medio pepino,
quítale las semillas y procésalo en la licuadora hasta obtener una pasta.
Aplícala sobre tu cara por unos 20 minutos. Enjuaga con agua fría.
Tomate: su acidez y el licopeno (poderoso antioxidante) que contiene
son un remedio seguro para la salud de la piel, que ayuda en el tratamiento
del acné y cicatrices.
Pasta de dientes: probablemente es uno de los remedios más populares
del botiquín de la abuela. El ingrediente activo en la pasta dental que
ayuda a combatir el acné es el azufre. Asegúrate de usar pasta de dientes
normal: evita las de “control de sarro” o “blanqueamiento”. Simplemente
aplica un poquito en cada grano.
Sábila o aloe vera: la sábila es un remedio indispensable en el
jardín medicinal. Se ha usado durante siglos y es un ingrediente esencial en
muchos productos cosméticos. Corta transversalmente los tallos de la planta
y coloca su pulpa directamente sobre las zonas afectadas.
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